“Hay un rincón silencioso en la sierra de Enguera, donde los relojes duermen y hacen que regreses a aquel pasado en el que todo se medía por el sol y las estrellas”.
BenAmil está ubicado en un antiguo caserío de origen árabe con mucha historia.
“La Casa de los dineros” o “BenAmil de abajo” es el nombre que se le daba antiguamente a este lugar único e irremplazable. Una de las acepciones más comunes para BenAmil es “hijo del hermoso”, su nombre no es en vano, todos los poros de la piel de esta casona inspiran belleza y buen vivir.
Anteriormente usado como casa de aperos y labranza, aún conserva el aroma moruno de sus hornos, chimeneas y aljibes. Las paredes gruesas mantienen el interior fresco en verano en contraste con el ardor del universo efervescente que se cuece en sus entrañas.
“Un recoveco entre lechugas, la sombra de un árbol, una pradera con una silla vacía en medio, se convierten en escenarios improvisados y espacios no convencionales abiertos al ingenio de los artistas. Un ambiente innovador que invita a la creatividad, convivencia y disfrute”.